A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia que
parecía tan improbable que nos resulta mágica y epifánica, como si
existieran conexiones entre sucesos, personas o información a través de
hilos invisibles que tan sólo podemos vislumbrar por momentos.
Las Coincidencias:
Segun la filosofia, las coincidencias, son todos aquellos sucesos que
sin ningún sentido suceden en la vida cotidiana de cada ser humano. Este se utiliza para hacer mencion de eventos que suceden dos o
mas veces seguidas, o que los entes involucrados resultan estrechamentes
con ideas continuas en un lapso de tiempo previsto. La coincidencia es
como la casualidad, un evento no esperado con cierta suspicacia el cual
rememora uno ya realizado con cualquier persona.
Las Casualidades:
La casualidad hace referencia a la combinación de circunstancias que resultan imposible de anticipar y evitar. Aquello que ocurre por casualidad es imprevisto y, por lo tanto, no puede sortearse. Es decir, estas son un recurso muy utilizado por aquellas personas que son
incapaces de encontrar un explicación coherente a situaciones que
aparentemente carecen de ella.
Seguro que alguna vez te ha pasado que un libro o un anuncio
publicitario te han dado la respuesta a esa duda que continuamente te
estabas planteando, que ibas a llamar por teléfono a una persona y en
ese mismo instante, es el/ella que te llama, que has tenido un encuentro
inesperado en un lugar inesperado o que has encontrado a la persona
exacta cuando la necesitabas apareciendo de la nada…
Esto no es casualidad, sino sincronicidad, uno de los aspectos más enigmáticos y sorprendentes de este universo.
¿Qué es la sincronicidad?
Sincronísticos, es el término con
que designan las coincidencias significativas o "paralelos simbólicos". Es decir que la sincronicidad, es la ocurrencia temporal coincidente de eventos a causales.
Para El psicólogo Carl G. Jung fue quien acuñó el término de sincronicidad, refiriéndose a “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no causal”,
como la unión de los acontecimientos interiores y exteriores de un modo
que no se puede explicar pero que tiene cierto sentido para la persona
que lo observa.
Carl G. Jung llegó a la conclusión de que hay una íntima conexión entre el
individuo y su entorno, que en determinados momentos ejerce una
atracción que acaba creando circunstancias coincidentes, teniendo un
valor específico para las personas que la viven, un significado
simbólico. Son este tipo de eventos los que solemos achacar a
la casualidad, la suerte o incluso a la magia, según las perspectivas
que tenemos.
Si dejamos a las circunstancias fluir y no presionamos ni forzamos la ocurrencia de sucesos o la voluntad de las personas, mientras
mantenemos una actitud receptiva y de apertura, dejándonos llevar por
nuestra intuición y nuestra sabiduría interior, nos abriremos a "la
magia" que nos ofrece la experiencia de la sincronicidad. Si sabemos
escucharla puede convertirse en una buena guía para nuestras vidas.
La sincronicidad nos representaría en el plano físico, por ejemplo, la idea o solución que se esconde en nuestra mente, maquillada de sorpresa y coincidencia, siendo de esta manera mucho más fácil alcanzar.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJung dice que es sincronicidad, así lo pensó él ... pero...¿Qué pasa con los que piensan que es "el destino", la suerte , o un ente religioso (sea cual sea el nombre), el responsable de esos hechos "casuales", que a veces nos cuesta creer que lo son ?
ResponderEliminarSaludos
El veloz murcielago
Hola, sincronicidad es: Como la reglita simple de matemática (El orden de los factores, no altera el producto) Todo depende del punto de vista en que lo vea cada quien....¡SE FELIZ! ;)
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