Existen varias formas de Borreguismo en
base a cuantas actividades humanas existan, como por ejemplo: el Borreguismo
comercial, Borreguismo político, Borreguismo laboral, Borreguismo cultural,
Borreguismo religioso, Borreguismo profesional entre otras.
Pero ¿El comportamiento-borrego podría ser uno de
los grandes frenos para la innovación? Desde mi punto de vista, sí. Y se podría
catalogar de la siguiente manera:
En el aspecto comercial, la sociedad
tiende a no escandalizarse, ni protestar, ante la letra pequeña o la publicidad
engañosa. Aceptar los abusos empresariales como algo que simplemente “es así”,
y no se puede cambiar. En político: Votar solo por el carisma y la imagen del
candidato (Nos gusta un político porque es simpático, pero ni nos fijamos en
sus ideas). Creer que lo que dice la TV es una opinión imparcial, y por tanto,
verdad absoluta. Pensar que solo hay “malos” y “buenos” en las historias que se
cuentan por los medios de difusión. En lo laboral: El viejo mito de la
“obediencia debida” y el falso “sentimiento corporativo”. El discurso
condicionado (y tremendamente aburrido) de los futbolistas, que jamás se mojan
por nada que ponga en riesgo su nómina. Admitir que las empresas están por
encima de la “libertad de expresión”. Y en lo cultural: Ser “cool” porque queda
bien o está de moda. La comercialización descarada de la cultura. El
seguimiento ciego de famosos o de hábitos culturales importados que se imponen
a base de talonario, y no por su calidad.
Por esto y más, considero que el
borreguismo sería uno de los factores en que no avanzamos como seres
racionales, lógicos, y conscientes. Para sustanciar mi argumento, cito a Matías
Cobos periodista del Semanario El Ojo Crítico Digital, en su artículo llamado: Movida
o “borreguismo” social, donde expone
que:
“El
comportamiento guiado por la masa supone un menoscabo descollante para el
ámbito de decisión personal. La masa implica, para quienes la integran, dejar
sus hábitos de vida e incluso su escala de valores soterrados a los designios
que ésta dictamine. Si se llega al acuerdo mayoritario de que la mejor forma de
diversión es aquella que se consigue cuando nos olvidamos de la realidad
coyunturalmente merced a unas cuantas copas, entonces habrá que adoptar este
patrón de comportamiento a la hora de divertirse porque así lo marca esa masa
en la que se está inserto. Eso sí, la lesión que se le infringe a los valores
humanos, a la amistad genuina, a la conciencia social, con este modelo de
diversión, es inapelable. Habría, por tanto, que replantearse nuestro actual
proceder en las horas de esparcimiento si queremos voltear esta situación.”
Matías, nos explica que hoy en día, el
borreguismo se caracteriza en los jóvenes, aquellos que quieren encajar en un
grupo y se ven obligados a seguir cualquier lineamiento.
Hay otras investigaciones realizadas por
científicos de la Universidad de Leeds que demuestran la tendencia de muchos a
actuar como ovejas, sin darse cuenta, siguen a la multitud como si no tuvieran
una mente racional.
Según estas investigaciones se necesita
solo del 5% para influir en una dirección a la multitud y el otro 95% seguirá
sin darse cuenta sin siquiera de que está sucediendo.
El profesor Jeans Krause (Autor del
estudio e investigado de la facultad de ciencias en esta universidad), junto
con el estudiante de doctorado John Dyer, colocaron para sus experimentos, a un
grupo de voluntarios en un salón y los pusieron a caminar al azar. Dentro del
grupo, algunos recibieron instrucciones sobre donde caminar. Los participantes
no podían comunicarse o influir intencionalmente a nadie.
Los resultados de los experimentos
revelaron que las personas informadas fueron seguidas por otros dentro de la
multitud, formando una auto-organización, una estructura como rebaños de
ovejas. Comenta el profesor Krause:
“Todos hemos estado en situaciones donde
hemos sido arrastrados por una multitud.” (...) "Pero lo interesante de
esta investigación es que nuestros participantes terminaron haciendo una
decisión por consenso a pesar de que no se les estaba permitido hablar o
realizar algún gesto el uno al otro. En la mayoría de los casos los
participantes no se dieron cuenta que estaban siendo dirigidos por otros en lo
absoluto."
Muestra más que la realidad,
pues cuantas veces la "gente" permite que otras "personas
informadas" los guíen sin saber lo que realmente sucede. Se toleran cosas
y se sigue ciegamente si los datos que recibimos vienen con la suficiente
credibilidad social. En fin, es el mismo resultado que con el Psicólogo Solomon
Asch: "Conformidad la gente cambiara su comportamiento, opiniones y
actitudes para encajar en un grupo"
El tema del Borreguismo nos
llama a reflexionar y preguntarnos ¿Qué es real? ¿Cuál es la verdadera
percepción? Grandes personajes que a través de la historia nos han dejado un
legado, una ilusión de “verdad” como, El Libertador Simón Bolívar, Gandhi,
Mandela, Freud, Jung, la Mitología Griega, los Astrólogos, El Papa, y entre
otros, que como Líderes, Psicólogos, Religiosos, Profesores. Han sido seguidas
sus ideas por grandes multitudes a lo largo del tiempo. Sin cuestionarnos, si
la sociedad nos ha hecho aceptar teorías que pueden carecer de lógica, solo por
ser aprobados o no ser diferentes.
Hemos sido educados para
pensar y vivir como borregos. La religión y la política nos han convertido en
mansos y resignados borregos que apenas tienen tiempo y ganas de considerar a
donde nos están conduciendo nuestros líderes. Nuestras ataduras son de tipo
mental y nos son impuestas día tras día, de forma indolora, desde nuestra más
tierna infancia para que no sepamos vivir sin ellas.
Podemos aprender mucho de
cada uno de los libres pensadores que tengamos el privilegio de escuchar o
leer, como los mencionados anteriormente, pero jamás debemos atar nuestro
pensamiento a ideas ajenas por muy valiosos que nos parezcan, porque ser un
seguidor de un libre pensador es convertirse en borrego. Seguir a una sola
persona es empobrecerse.
“La sociedad es un producto
humano, la sociedad es una realidad objetiva, el hombre es un producto social.”
- Peter L. Berger y Thomas Luckmann. Los autores destacan tres momentos básicos
en el proceso de construcción de la realidad. Trata de demostrar que toda la
realidad social no es otra cosa que una construcción de la misma sociedad.
El hombre mismo es quien
construye su propia naturaleza, él es el que se produce a sí mismo y esa
construcción será, por necesidad, siempre una empresa (construcción) social.
En Venezuela esto ha tenido
un gran impacto, como el llamado “Bachaqueo” que es un grupo de personas que
compra y revende ganando diez veces más del precio justo; esto conllevo al
borreguismo porque uno siguió el ejemplo del otro sumándose gran cantidad de
personas saliéndose de control.
Como también las grandes redes sociales, tales como Facebook, Twitter, Instagram, Tumblr, entre otras y todo lo que nos ofrece Google es un ejemplo del borreguismo, ya que todos quieren figurar, todos quieren tener más seguidores, y estos a su vez se guían de otros. Finalizando así, cito a Mafalda, donde se plantea la siguiente interrogante:
“¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”
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