Efectos del Confinamiento en nuestra Alimentación


Sabemos que este 2020 ha sido completamente inesperado con el surgimiento de esta pandemia, donde no sólo ha afectado nuestras actividades laborales o estudiantiles; más que la salud física (donde corremos el riesgo de contagiarnos) también esta la parte mental, que puede haber generado en nosotros diferentes tipos de alteraciones, como: la ansiedad, insomnio, estrés, melancolía, vulnerabilidad emocional, en fin. Afectando nuestro bienestar psicológico. 

Ahora bien, ¿Es posible que la Ansiedad y el Estrés que ha ocasionado el Confinamiento afecte nuestra alimentación? ¿Puede relacionarse con nuestro peso? ¿Cómo se explicaría desde el punto de vista neurobiologico? 

Primero, repasemos qué es la Ansiedad y el Estrés. 

La ansiedad, de manera coloquial, trata del miedo que sentimos a ese futuro que aún no ha sucedido, obteniendo estos pensamientos rumiantes (invasores) que nos pintan un panorama horrible, de miedo y espanto; y es que esto hasta se puede manifestar con síntomas físicos como: taquicardia, respiración agitada, sudoración, fatiga y demás. (cuando se experimenta lo anterior de manera intensa y de corta duración, hablamos de lo que sería un ataque de pánico) 

La ansiedad no es precisamente mala, solo que cuando sucede de manera recurrente a su vez afectando las distintas áreas: laboral, social, familiar, entre otras, es momento de una ⚠ alerta roja 

En cambio el estrés, aunque es una variable que se relaciona con la ansiedad, es uno los mecanismos de defensa del organismo; donde al estar expuestos ante una amenaza, nos va a ayudar a, bien sea, huir o atacar. El problema, como la ansiedad, es la frecuencia en la que puede suceder, afectando así nuestra vida cotidiana. 

Estás dos variables, cuando coexisten, o una de ellas está presente, va a producir en nosotros conductas problemas ¿Qué quiere decir esto? Fácil, que para aliviar, en este caso: la ansiedad o el estrés, buscamos (a veces de manera consciente) alternativas que nos permitan bajar estos niveles. Sólo que estos paliativos no son adecuados, ya que además de no tratar el origen que causa que estos niveles se eleven, contribuimos a nuevas alteraciones tanto físicas (orgánicas) como psicológicas (funcionales). 

Un ejemplo de estas conductas problemas, puede ser el comer cuando no tenemos apetito ¿Cómo así? Te explico, cuando nuestros niveles de ansiedad y estrés están altos (en el caso de la alimentación) por lo general buscamos comer para aliviar esa sensación que antes describí y sentirnos menos ansiosos, si le sumamos a esto que la comida es ansiolítica, es decir, es un calmante natural, entonces el resultado es que querremos comer más y más, obteniendo consecuencias negativas a largo plazo, como: sobrepeso, dificultades a nivel gastrointestinales, distorsión de la autoimagen, Autoestima y demás.. 

Con este confinamiento, al perder el ritmo de vida acelerado y dinámico, a esto le agregamos la frustración de no poder seguir adelante con nuestros planes, salidas, ha causado en nosotros un cambio que sin duda hemos experimentado, unos más que otros. 


Al pasar los meses, como somos personas que tenemos la capacidad de adaptarnos, aprendimos a lidiar con la situación. La pregunta es: ¿Ahora que está se ha convertido en nuestra nueva "normalidad", que pasará cuando debamos empezar de lleno el ritmo de vida que teníamos? 

Sin duda, nos esperan cambios, buenos, malos pero al fin y al cabo son transformaciones y debemos estar preparados. Por ello les dejo unos tips que podemos implementar para evitar estas conductas problemas:

🍃 Dieta balanceada: importante es regular nuestro consumo de algunos productos, como los azúcares (no es malo) pero ingerir en exceso resulta perjudicial. Ya que nuestro organismo absorbe los azúcares en particular, muy rápido; mientras que, por otro lado, existen otras funciones en nuestro cuerpo que nos señalan que ya estamos saceados. Resulta que mientras más rápido comamos, menos chance le das a tu organismo de avisarte que ya estás lleno. 

🍃 Actividad física, Ejercicios cardiovasculares, ideales para liberar endorfinas que nos ayudan a sentir bienestar. No es necesario ir a un gimnasio, desde el hogar, el baile por ejemplo es una adecuada forma y solo requiere música y a mover ese esqueleto. 

🍃 Mantener la mente ocupada. Si realizas actividades que activen tu sistema de logro, te beneficiarás: 1ero. Busca una actividad que te guste preferiblemente kinestesica (pintar, sembrar, coser..) 2da. Estas mantendrán tu atención enfocada. 3ero. Al realizar y completar las tareas que te impongas liberaras dopamina y seretonina dos neurotransmisores que ayudan a la sensación de bienestar. 

🍃 Respiración. Que todos los días práctiques la respiración diafragmática, te servirá para oxigenar el cerebro, calmarte, conectarte con el aquí y el ahora. 

🍃 Meditación. Puedes combinar la herramienta de la respiración con visualización. 

🍃 Realiza actividades placenteras para ti, para que sustituyas un placer por otro. Ejemplo, ¿Quieres implementar el ejercicio en tu vida pero no encuentras la motivación? Recompensante, después de cada sesión date un gusto y come un chocolate. Este ayudará a elevar la seretonina, mejor conocida como la sensación de felicidad. Luego poco a poco vas reduciendo el premio y quedarás solo con el ejercicio. 

Sean felices 

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